Carácter Esquizoide

Esta estructura tiene lugar durante los primeros meses de vida, cuando el recién nacido se relaciona con una madre distante, rechazante o, incluso, hostil para su existencia.
Ante esta situación, el bebé interioriza la experiencia de que su vida corre peligro.

Mecanismo de defensa

Para protegerse y subsistir recurre a la disociación: la mente se escinde del cuerpo para no sufrir. Para evitar la realidad, se refugia en su propio universo. Además, el organismo limita el flujo de energía como una manera de “no molestar”, no ser una carga.

Rasgos físicos

Es un cuerpo con poca vida, en general delgado. La musculatura es “apretada” para contener la energía. Los pies pueden estar en garra, desconectados del suelo (de la realidad). El cuello es alargado, separando la cabeza del cuerpo. El rostro es como una máscara sin expresión. La mirada es vacía. Se dan patrones asimétricos verticalmente, diferencias visibles en las caderas o los hombros. Las extremidades están “descolgadas”, sueltas. La energía se retrae de la periferia para permanecer limitada en su interior, con especial atención a la cabeza. Hay un gran bloqueo en el cuello y pelvis. Respiración muy leve, fuerte contracción en el diafragma que lo divide en dos horizontalmente.

Personalidad – carácter

Es una persona distante, que evita el contacto porque vive las relaciones como posibles amenazas a su existencia. Se refugia en lo intelectual así como en su imaginación, aunque no llega a creerse su invención como sí hace el esquizofrénico.
Vive las emociones con indiferencia, sin embargo hay un gran temor a expresar su rabia, como si fuera a explotar hasta desaparecer. Su cuerpo lo percibe como algo ajeno, que no va consigo. Desconectado de la afectividad y de la sexualidad. Resulta hipersensible, intuitivo, inseguro, ágil, soberbio, creativo, tendencia polar. Anula considerablemente sus necesidades.

Aspectos del carácter

Procesos de sanación

• Desbloquear cuello y nuca: ejercicios de giros, relajación, flexibilidad…
• Desbloquear pelvis: ejercicios de giros, balanceo, golpeo, empuje…
• Sentir el cuerpo: ejercicios de tensión/relajación que ayuden a sentir los límites físicos del cuerpo, que hay un “contenedor”.
• Enraizamiento: ejercicios con los pies y piernas para conectar con la realidad.
• Presencia con la mirada: el contacto visual es muy delicado, por eso se irá paulatinamente realizando ejercicios de relajación del segmento ocular, posteriormente de contacto con otros ojos.
• Sentir al otro: muy despacio propiciar el contacto físico y afectivo.