¿Qué es relajarse si no volver a un estado natural de nuestro cuerpo?
Muchas personas encuentran serias dificultades para aliviar sus niveles de ansiedad, conciliar el sueño, evitar enfrentamientos con otras personas o sentirse cómodas con sus propias decisiones. Y la sociedad en la que vivimos tampoco ayuda a que esto sea posible, pues esta es como un río de aguas torrenciales, en el que es prácticamente imposible dirigir el rumbo. Sin este rumbo, un guía que dirija nuestro barco, ¿qué podemos esperar?
Existe la falsa creencia de que "tenemos" que mantener ese barco a flote, por todos los medios "debemos" estar a bordo, aún sabiendo que podemos tener graves consecuencias. Un listón demasiado alto, un nivel de auto exigencia desproporcionado nos llevará a sobrepasar a menudo nuestros propios límites, cayendo así en un estado continuo de estrés y preocupaciones.
Otro factor a tener en cuenta es el estado de alerta de nuestra mente. Como es lógico y natural, la mente nos ayuda a sobrevivir, y nos pone en alerta frente a una situación amenazante, nos prepara para defendernos: todo nuestro cuerpo se tensa, se contrae, el pulso se acelera, los sentidos se agudizan. En el mundo animal, cuando el peligro ha pasado, el cuerpo vuelve a su estado de relajación, ya no hay motivo para mantener el estado de alerta. Sin embargo, en algún momento de nuestra vida, nuestra mente se ha creído que este peligro no desaparece, por lo que el estado de alerta se mantiene de forma prolongada.
Lo que podemos empezar a hacer es descubrir, saber, que podemos bajarnos de ese barco en cualquier momento. Existen muchas formas de ser consciente de este gran paso, cada una válida y útil, según la persona y el momento.
La relajación es una de las herramientas básicas para realizar procesos terapéuticos, técnicas de desarrollo personal o actividades cuerpo-mente. Normalmente, antes de iniciar cualquiera de éstas, siempre es recomendable relajarnos. Relajar nuestra mente, relajar nuestro cuerpo. Al relajarnos podemos afrontar con otra perspectiva los asuntos o ejercicios que tenemos por delante.
Existen numerosas y diferentes técnicas para relajarnos, y aprenderlas es muy sencillo, pues son aptitudes que en el fondo todos llevamos dentro, simplemente que, con el paso del tiempo, hemos ido olvidando. El Curso Intensivo de Técnicas de Relajación pretende facilitar estas técnicas, de una forma amena y entretenida, ofreciendo una información teórica y dedicando más tiempo a la práctica de las mismas.
Saber relajarnos, dedicarnos un espacio y un tiempo a nosotros mismos, es un regalo que podemos hacernos, para nuestra salud física, nuestro bienestar y para vivir la vida plenamente.