La película finaliza con el encuentro de varias de las personas que han protagonizado los fragmentos anteriores. A modo de epílogo, cerrando las historias y lamiéndose las heridas.
Está claro que ellas salen airosas de la experiencia, mucho más maduras, seguras, confiadas. Este grupo de hombres poco tiene que hacer frente a tal poderío femenino. Sin embargo, es una historia de hombres, de sus carencias y del poderío masculino que fueron, pudieron ser o serán.
En hora y media podemos ver varios modelos de masculinidad, todo relacionados con el fracaso y la redención: el pasota, el sentido, el ridículo, el comprensivo, el culpable, el humillado, el miedoso o el ignorante. Todos ellos están en cada uno de nosotros (y nosotras). Podemos pasar por esos modelos en cualquier momento, otra cosa es cómo nos movamos en ellos: se pueden aceptar, se pueden rechazar o se pueden destruir. Al menos, intentarlo. Sentirnos más cómodos o más angustiados dependerá de las habilidades y los recursos personales que tengamos desarrollados. Si ninguno es “bueno” o “malo”, entonces estamos abriendo las posibilidades a aceptar ese momento de ser un ignorante, o el de ser culpable de algo, o de tener miedo…
Y tú, ¿con qué modelo te has sentido identificado?
Película editada en España por Cameo en DVD.
Gracias