«Los dioses de cada hombre» de Jean Shinoda Bolen

Masculinidades

«Los dioses de cada hombre» de Jean Shinoda BolenJean Shinoda Bolen es conocida por su obra «Las diosas de cada mujer» (1984), un compendio de arquetipos femeninos basados en las diosas griegas como una guía de autoconocimiento para identificar los rasgos y atributos que están presentes en la mujer lectora. Tras un éxito rotundo, se aventuró en describir los arquetipos masculinos y lo hizo de nuevo a través de los dioses griegos en su obra «Los dioses de cada hombre» (1989).

En ambas hace un estudio pormenorizado de cada dios y diosa, con su historia y recorrido, aunque lo más interesante es cómo aplica su estudio a sus correspondientes arquetipos definiendo así diferentes tipos de personalidad femeninas y masculinas, con sus aspectos insanos y su posibilidad de sanar.

A continuación resumo los principales rasgos y atributos de cada dios masculino, con una intención identificativa. Para mayores pretensiones recomiendo la lectura de sus libros donde explica detalladamente cada arquetipo y su trabajo personal para mejorar y sanar.

 

ZEUS: el patriarca

Eneatipos 1 y 8

El arquetipo exalta la voluntad de control, la razón y la decisión por encima de las demás cualidades.
Es el patrón predominante más aplaudido en las sociedades patriarcales como la occidental.
El hombre Zeus es gobernante, jefe de ejercito, ejecutivo agresivo, presidente de una empresa... un líder nato, castiga cuando le desobedecen. Cuando un hombre se ve dominado por este arquetipo siente la necesidad vital de establecer su reino.

Es independiente, tiene un instinto de superioridad muy desarrollado y es gobernante tanto de su vida como de los demás, se hará ver ante la gente como un ser dominante.
Puede llegar a ser hiriente en su forma de tratar a la gente que lo rodea, no mide las consecuencias de sus actos o palabras, y rara vez pedirá perdón o reconocerá su error.

POSEIDÓN: el emocional

Eneatipos 1 y 4

Es el dios de las emociones reprimidas. Como el océano es inestable, voluptuoso, violento y rencoroso. Estos hombres pragmáticos y controladores reprimen sus emociones, las enjaulan y cierran bajo llave. Pero finalmente, en un acto de dolor o de rabia, acaban saliendo a la luz con cólera.

Sin embargo, este arquetipo es también por el que se puede contactar con un mundo psicológico de gran profundidad y belleza. Bajo este aspecto se expresa con frecuencia el escritor, el músico o el artista.

Es la pasión desprovista de razón. Actúa la mayoría de las veces por impulso sin medir las consecuencias de sus actos y arrasará con todo lo que se interponga entre él y sus metas.
Es un ser intuitivo, tiene una imaginación inmensa pero es fácil que se deje llevar por las ilusiones y busque la salida a la realidad, puede llegar a ser un ser adicto a todo aquello que le de la pauta para dejar salir su imaginación.

APOLO: el éxito

Eneatipos 2 y 3

Este hombre ve con claridad en la lejanía y alcanza las metas que se propone a largo plazo. Busca definiciones claras, valora el orden y la armonía y se deja llevar por la apariencia de las cosas sin profundizar.

Si eres un Apolo, serás eminentemente práctico y competitivo, mental antes que sentimental y con una voluntad de hierro. Típicos hombres Apolos son los cargos de directivos medios y los profesionales liberales de éxito. Es un ser que siempre alcanzará sus metas y en el ámbito laborar es un ejemplo a seguir y gran motivador. Puede llegar a ser un tirano y malintencionado si piensa que así alcanza sus objetivos.

Sus conflictos son la distancia emocional y la falta de comunicación intima y personal. Son demasiado egoístas y solo guardan fidelidad a ellos mismo, su orgullo es uno de sus más grandes defectos ya que no aceptará que ha tomado decisiones equivocadas y buscara culpables entre los que lo rodean antes de adentrarse en sí mismo y encontrar la razón para sus fallos.

HERMES: el aventurero

Eneatipos 3 y 7

Un hombre que profundiza en las riquezas del inconsciente y sabe transmitirlas. Periodistas, escritores y aventureros son sus mejores representantes.
Suelen ser elocuentes, embaucadores, mentalmente brillantes y sobre todo, enormemente inquietos tanto física como espiritualmente. El mundo se les queda pequeño y a menudo desearan recorrerlo.  Son aventureros gustan de todo aquello que les active la adrenalina.

También presentan una personalidad creativa, solidaria y amistosa. Se les asocia a la alquimia porque buscan experiencias transformadoras. Sin embargo, a veces resultan irresponsables, inestables y dispersos.
Personas que difícilmente se mantiene estables en un trabajo ya que todo les causa aburrimiento, sus relaciones con la gente son superficiales debido a que de acuerdo a su forma de ver la vida, huyen del compromiso.

HEFESTO: el artífice

Eneatipo 5

Representa la profunda necesidad humana de crear belleza. Solitario e introvertido, este hombre pasará horas en su taller absorto en su arte. Pero sólo sabe crear, no sabe vender, negociar o administrar.

La falta de éxito le conduce a una baja auto estima y a una profunda frustración y desazón internas que a través de su creatividad, a veces convierte en armonía y obras de arte.

Resulta demasiado subjetivo, poco comunicativo.
Estas personas son muy dedicadas a su trabajo llegando a dejar de lado todo aquello que los distraiga, se entregan completamente a aquéllo que llena su mente. Aman el trabajo con las manos, se enfocan en actividades que dejen salir su lado creativo.

Son hombres muy perfeccionistas y poco seguros de sí mismos y de sus logros, cuando tienen una idea son obsesivos y no aceptan variantes de su idea original porque son demasiado meticulosos.

ARES: el guerrero

Eneatipos 1, 6 y 8

Es el modelo del poder físico masculino, de la intensidad y la acción inmediata. Apasionado y vitalista, vive el presente sin preocuparse de nada más. Son leales, valientes, terrenales y enérgicos, encarnan a los soldados, militares y a los deportistas.
Está en contacto con su cuerpo y sus sentimientos y vive alejado del mundo de las ideas. Representa la capacidad de combatir, de luchar por una pasión o creencia.

Como dioses guerreros se caracterizan por ser demasiado autoritarios,  gobiernan su entorno y son sobrevivientes nunca se dan por vencidos y llegan a ser demasiado violentos, puede llegar a ser demasiado obsesivo por proteger o defender a su pareja y su familia. Pueden ser padres muy protectores, estarán en todos los momentos importantes de la vida de sus hijos.

El principal problema que se encuentran es su impulsividad. Cuando les provocan responden con agresividad. Por ello han de aprender a auto controlarse.

DIONISIO: el placer

Eneatipos 4, 7 y 9

En Dionisio predomina el arquetipo del soñador, de la sensualidad y del éxtasis. Es el prototipo de personalidad intensa y emotiva, que sabe disfrutar de la vida conectando su cuerpo con su espíritu.

Su peligro es el desequilibrio emocional: por eso necesita aliados poderosos. No tiene una idea fija de lo que quieren, les cuesta trabajo comprometerse ya que esto es sinónimo de tener que crecer y ellos no quieren crecer, desean ser el eterno adolescente.
Para él es más fácil conectarse con su lado espiritual ya que no está absorto en la vida real, se deja llevar por sus instintos, es intuitivo y se entrega para siempre cuando encuentra la pareja ideal para él.

Esta deidad representa al eterno adolescente, lo que se traduce en hombres divertidos, pero también irresponsables. Son como niños grandotes a los que de repente hay que castigar pero también premiar cuando hacen las cosas bien, les gusta ser el centro de atención. Como niño grande que es llega a ser caprichoso y llevará a cabo lo que le pidas si cree que a cambio obtendrá algo bueno para él.

HADES: el intimista

Eneatipos 5 y 9

Este es el dios del inconsciente, tanto individual como colectivo. Quienes se identifican con esta deidad y están descendiendo a su mundo no lo hacen de manera voluntaria. Una depresión, una enfermedad o una experiencia traumática pueden ser los detonantes. Entonces descienden a los infiernos para tocar fondo y emerger renovados y con más fuerza. El mundo subterráneo supone un proceso de crecimiento, como puede serlo una terapia psicológica. De hecho, los terapeutas son los que más se identifican con este perfil.

Este también es el arquetipo de los solitarios e introvertidos, disfrutan con las riquezas de su mundo interior. Como seres espirituales, saben alcanzar la plenitud conectando con ellos mismos. Son propensos a las ciencias paranormales, a guiarse por los sueños. Pero el exceso de soledad y subjetividad les puede conducir a distorsionar la realidad.

Las personas que se rigen por este arquetipo pueden llegar a ser manipuladores de su entorno, al vivir tanto tiempo dentro de sí mismo tienen control sobre sus emociones y son calculadores, les cuesta trabajo abrirse ante los demás no logrando expresar lo que realmente desean, lo cual los obliga a seguir herméticos.
Son personas tímidas que rara vez se mostrarán como realmente son y cuando lo hagan será con aquellas personas  a las que tiene una extrema confianza, y no perdonarían una traición.

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