Los primeros ejercicios que podemos realizar son el arco y el arco invertido. Para acentuar su efecto, nos pondremos de puntillas en ambos. Y en el arco invertido haremos presión con los pies en el suelo al subir.
Cargar una pierna
Poner una pierna hacia adelante, rodilla flexionada, el peso del cuerpo en dicha pierna (la otra sólo equilibra o incluso puede levantarse), estirar los brazos hacia adelante con las palmas enfrentadas. Cambiar de pierna tras unos segundos.
Otra variante es apoyar las manos en el suelo, la pierna que equilibra se alza hacia atrás y arriba. El peso se reparte entre el pie (75%) y las manos (25%).
Piernas en alto
Tumbado hacia arriba con las manos bajo el trasero levantar las piernas, los dedos del pie dirigidos hacia abajo y los talones empujando arriba. Relajar tras unos segundos.
Rodillas en mariposa
Tumbado hacia arriba juntar las plantas de los pies, con las rodillas flexionadas, abiertas. Acercar muy despacio hasta encontrar el punto de vibración. Si se pierde, cerrarlas y abrirlas de nuevo lentamente hasta que vuelva la vibración.
Otra variante es levantar la pelvis ligeramente, cinco dedos.