Que en mi Cuerpo sucedan los mayores placeres de mi Vida,
que volcanes y tormentas se alojen en mis vísceras,
que ríos de sangre viajen por mis arterias portando Vida,
que mis huesos sostengan pesadas cargas de lastre invisible pero bien perceptible,
que mi garganta grite todo lo que mi Ego inventa,
que mis vellos se ericen con tu tierno y sensual rozamiento,
que el espectro de colores visibles, no visibles, descritos y aún por conocer penetren en mi cerebro por mis ojos gastados,
que bacterias y otros seres se nutran de lo que mi cuerpo desecha,
que la profunda sabiduría del Organismo me alcance antes que la enfermedad,
que todo cuanto crear saber de mí sea rebatido por mis músculos petrificados,
que los surcos en mi piel y mis blancos cabellos me recuerden que he vivido.